Luis vino a verme y comenzó diciendo “ayudame a armar mi CV. No sé cómo explicar el agujero”.
Fue pasante en RH de una multinacional. Avanzó el tiempo, cambió a otros puestos y empresas. A los 27 años decidió ser interpreneur y llevó a cabo un aplicativo telefónico que luego vendió. A esta altura, habían pasado 5 años y vino a verme para reinsertarse, según su pedido, nuevamente en una multinacional.
Me comentó que se había trabado escribiendo el CV.
-Escribí por favor con datos, hechos y cifras qué pasó en estos cinco años.
Rearmamos el CV entendiendo que la experiencia y destrezas nuevas eran claramente activos.
Trabajamos ese “wording” para que lo incorpore con pasión. No como un agujero.
Un “Intrapreneur” es un «interpreneur interno»: Alguien que puede traer a los procesos rígidos de una compañía que se maneja “by the book” , una manera distinta de pensar, ejecutar y operar las redes internas.
Luis se postuló, lo convocaron, lo escucharon y poco tiempo después lo contrataron, precisamente por esta característica de poder aportar miradas distintas en un mercado donde – dicho por ellos- estaba todo probado.
Fruto de las inferencias, asumimos cosas que existen solo en nuestro imaginario y tomamos decisiones erradas en ese entorno.