Menos pensamiento, menos cálculo, menos juicio, menos preocupación, menos miedo, menos expectativa, menos intento por esforzarse, menos lamentación, menos control, menos nervios, menos distracción.
La mente está en calma y en silencio cuando está totalmente en el «aquí y ahora”, y en una perfecta unidad entre acción y ejecutor.
Conseguir acallar la mente es un proceso gradual que implica desaprender viejos hábitos, por ejemplo abandonar nuestra tendencia a juzgar nuestro desempeño como “bueno” o “malo”.
El objetivo del Juego es aumentar la frecuencia y la duración de esos momentos, acallar de forma progresiva la mente y alcanzar así una expansión continua de nuestra capacidad para aprender y actuar.