El jefe de la Afip, anunció que a partir del 31 marzo del año próximo se termina la factura en papel para mejorar los controles sobre la recaudación.
«Vamos a un nuevo régimen informativo que va a despapelizar todo el comercio minorista y lo novedoso es que se extiende el uso de la factura electrónica hasta el consumidor final», añadió el funcionario. Únicamente podrán seguir emitiendo facturas en papel los monotributistas sociales.
El proceso hacia la «despapelización» arranca el 1 de agosto. A partir de ese día, los comerciantes tendrán que optar entre emitir facturas electrónicas o seguir trabajando con controladores fiscales. Las máquinas más modernas ya están conectadas con la AFIP, por lo que quienes cuentan con estos dispositivos no tendrán que hacer ningún cambio por ahora. Este tipo de controladores podrán seguir vendiéndose por los próximos seis meses.
Los comercios que se encuentran en lugares donde no hay buena conectividad de internet podrán seguir trabajando con los viejos controladores pero deberán enviar toda la información de facturación a la AFIP una vez por semana.
Los que ya trabajan con factura electrónica podrán prescindir del controlador fiscal y enviarle la factura al cliente y a la AFIP desde una PC, una tablet o incluso desde un celular.
Los comerciantes mayoristas tendrán tiempo hasta marzo de 2019 para adecuarse a la nueva regla. Para los minoristas, hay una extensión del plazo hasta el 31 de enero de 2021. A partir de ese día se darán de baja los tradicionales controladores fiscales y todos los comercios minoristas tendrán que emitir factura electrónica.
Además, a partir del 1 de agosto se eleva de $ 1.000 a $ 5.000 el tope a partir del cual los comercios tienen que identificar ante la AFIP a quienes realizan operaciones comerciales.